Una vez se pensó que siendo lo último en la avenida el colonialismo, versión boricua chick, no tenía rabo. Lo mejor de dos mundos siendo tal, tenía que haber perdido en el curso de sus circunvoluciones su rabeza. Algo muy natural tratándose de un refinamiento único entre las naciones del mundo.
Puerto Rico habría dejado de ser, según la fábula, un territorio y habría ascendido, todavía más, correspondiéndole una suerte de enclave-nube, pues tampoco era un país soberano.
No se mandaba a sí, ni tampoco lo mandaban. Según esta extraña fábula el ELA vendría siendo "un animal de galaxia".
La historieta colonial fue repetida tantas veces que un gobernador acosado (no he dicho acusado) más de medio siglo después, fue a reclamar la existencia de su reino-nube no territorial ante sus amos en Washington la semana pasada. Sus amos atacados de la risa no sabían si creerle o enviarlo con un referido para examinar si era procesable.
Ocurrió también que un grupo de alcaldes coloniales estuvo sesionando permanentemente para ver si protestaban contra el amo por un caso de persecución contra el gobernador colonial momo, sí el mismísimo que dio por terminada la territorialidad de manera retroactiva cosecha 1952.
El amo gringo según el gobe-momo, tendría que explicarle al mundo cómo es que desde el 1953 le había hecho una falsa representación a la comunidad internacional, como si de eso no andase viviendo el amo gringo desde las guerras contra Méjico y la Hispanoamericana.
Muchos aseguran que como Clark Gable en el clásico Lo que el Viento se Llevó, el amo gringo le contestará al gobe-momo "Frankly my dear I don't give a damn" (Francamente querida me importa un bledo, un comino, un ELA).
Pero volviendo al enclave-nube que está bajo la claúsula territorial pero que no es territorio según lo expuesto magistralmente por el momo en su tesis novísima; ahora parece que le han nacido al régimen colonial algunos rabos. Uno de esos rabos proclama que una ley federal para destrancar la colonia no puede estar sujeta a la corte del imperio porque eso sería una injuria. Esa regla de juego fue impuesta desde siempre a la colonia y bastaría con una lectura al Artículo VII de lo que llaman constitución para darse cuenta de la entrecostura de la atadura. Quien así argumenta lo hace, como si la injuria perpetua del colonialismo no sostuviese esa realidad desde siempre. Otro rabo colonial proclama olímpicamente que la descolonización se hará desde aquí y punto si se tiene la suficiente fuerza. Noble idea ésta correcta desde la abstracción e incorrecta en tanto y en cuanto se le sumara como requisito el consenso. Sin consenso aquí no pasaría nada, es decir otra excusa más para el retranquismo con apoyo raboso.
El enclave-nube de la colonia tiene ahora rabos, algunos de los cuales niegan el colonialismo a coro con tal de sustentar su lugar de rabizas. Otros quieren resolver el problema colonial saltándose el paso de partir de lo que hay. Feo asunto éste el de la colonia colapsada que saca los monstruos y las peores fantasías en su penúltimo día.
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