martes, 30 de octubre de 2007

UN CASINO EN CADA ESQUINA

Existen miles de establecimientos comerciales en
Puerto Rico donde se apuesta en máquinas de supuesto
exclusivo entretenimiento y en los que se pagan
premios en efectivo.

Se trata de una práctica ilícita que al mismo tiempo
constituye la proclamación a los cuatro vientos de la
mentira institucionalizada por los partícipes y el
Departamento de Hacienda quien conoce de la ilegalidad
de esas apuestaa y las condona a más no poder.

Una vieja tradición colonialista que proclama el
baile, la botella y la baraja como medida de control y
paliativo, se junta con una economía en bancarrota y
una sociedad plagada de jugadores compulsivos para
hacer de la proliferación de los casinos en cada
esquina una dolorosa realidad de facto que lejos de
ser estimulada por el gobierno tiene que ser
combatida.

El Secretario del IVU y de Hacienda admite que hay
decenas de miles de máquinas de entretenimiento que
operan sin marbete de su Departamento de manera
ilegal. También reconoce que en muchas de estas
máquinas, tanto en las que tienen marbete al día como
en las que no los tienen, se efectúan apuestas
ilegales.

Un proyecto de ley muy controvertido fue presentado
en la Cámara de Representantes para legalizar las
apuestas ilegales en 15,000 máquinas conectadas al
Departamento de Hacienda "para ponerlas a pagar por lo
que en ellas se apuesta".

El proyecto que a primera vista llenaba el ojo y
servía al inversionista ambicioso ya fue detenido una
vez en la propia Cámara. No obstante, se dora la
píldora amarga del mismo destinando parte de lo que
sería recaudado para la atención de quienes padecen de
autismo y para parte de lo que costaría ayudar a
liberar del pago de planillas a quienes devengan
ingresos anuales entre 10mil y 20 mil dólares. Una
generosidad tan apabullante como inédita ha despertado
las suspicacias de la opinión pública. Veamos
porqué...

La propuesta legaliza las apuestas ilícitas y la
presencia de lugares de juegos de azar en máquinas en
todas las comunidades de Puerto Rico.

La propuesta estimula el juego improductivo y agravará
la condición de salud de decenas de miles de jugadores
compulsivos que padecen una enfermedad mental que
sitúa en la penuria a económica y sicológica a igual
número de familias.

La propuesta expansiva de los casinos de comunidad
reducirá dramáticamente los ingresos de los casinos
que operan bajo estrictos controles en un número
relativamente reducido de establecimientos todos los
cuales son hoteles. Estos aportan cerca del 70% de los
fondos de la Compañía de Turismo y una partida
sustancial de los fondos universitarios para becas.

La propuesta de los casinos legalizados de comunidad
exponen a toda la población, especialmente a los niños
que no tienen acceso a los casinos a la influencia de
éstos y de las actividades asociadas a los mismos.

Aun cuando la desesperación llevase a contemplar los
casinos comunitarios como un vehículo fiscal, lo
cierto es que ninguno traería empleos adicionales,
sino que atentarían contra las decenas de miles de
empleos que genera el sector turístico. Sabido es que
para que un establecimiento obtenga una licencia de
casino tiene que operar un hotel, crear un número
sustancial de empleos directos y ampliarf la base de
estadía turística aumentndo la oferta de habitaciones.

Atendiendo a la necesidad de facilitar más fondos para
las personas que requieren mayor atención por
diferentes condiciones de salud fue presentado en la
Cámara de Representantes un proyecto tripartita de mi
coautoría (P.de la C. 4074) que redistribuye los
ingresos de las tragamonedas en los casinos para crear
el Fondo de apoyo a Personas con Condiciones Severas
de Salud. La fuente de los ingresos serán las
tragamonedas que están en los casinos de los hoteles
sin legalizar las apuestas que hoy son ilegales en las
decenas de miles de máquinas que están diseminadas en
las comunidades.

El Fondo así creado sería administrado por la Oficina
del Procurador de las Personas con Impedimento con las
debidas salvaguardas y reglamentaciones para dar
acceso a quienes los necesiten y cumplan con los
requisitos. Quién administraría, cómo y bajo cúales
parámetros será uno de los asuntos a tratar durante la
evaluación del P. de la C. 4074.

Aparte de vindicar reclamos legítimos de un sector
frágil de la población, sin exponer a riesgos
adicionales a otro ---el de los jugadores
compulsivos--- el P.de la C. 4074 libra a Puerto
Rico de la lacra de que haya un casino oficializado en
cada esquina con apuestas legales.

El Departamento de Hacienda, las autoridades
policiacas y judiciales deben mientras tanto atajar
los garitos que ya no son ni siquiera clandestinos y
que operan ilegalmente en sus narices. Después de todo
el cumplir y hacer cumplir la ley es tarea que les
corresponde aunque ande el Ejecutivo últimamente a
cámara lenta y con desgano haciéndose de la vista
larga.

Los mercaderes que esperaban vender y administrar las
apuestas de las 15,000 máquinas de la llamada
videolotería harían bien en hacer sus maletas. El país
no los quiere, ni necesita esa clase de inversionismo
que legalizaría un casino en cada esquina.


____________________________________________________________________________________
¡Sé un mejor fotógrafo!
Perfecciona tu técnica y encuentra las mejores fotos.

http://telemundo.yahoo.com/promos/mejorfotografo.html

LOS RABOS

Una vez se pensó que siendo lo último en la avenida el colonialismo, versión boricua chick, no tenía rabo. Lo mejor de dos mundos siendo tal, tenía que haber perdido en el curso de sus circunvoluciones su rabeza. Algo muy natural tratándose de un refinamiento único entre las naciones del mundo.

Puerto Rico habría dejado de ser, según la fábula, un territorio y habría ascendido, todavía más, correspondiéndole una suerte de enclave-nube, pues tampoco era un país soberano.

No se mandaba a sí, ni tampoco lo mandaban. Según esta extraña fábula el ELA vendría siendo "un animal de galaxia".

La historieta colonial fue repetida tantas veces que un gobernador acosado (no he dicho acusado) más de medio siglo después, fue a reclamar la existencia de su reino-nube no territorial ante sus amos en Washington la semana pasada. Sus amos atacados de la risa no sabían si creerle o enviarlo con un referido para examinar si era procesable.

Ocurrió también que un grupo de alcaldes coloniales estuvo sesionando permanentemente para ver si protestaban contra el amo por un caso de persecución contra el gobernador colonial momo, sí el mismísimo que dio por terminada la territorialidad de manera retroactiva cosecha 1952.

El amo gringo según el gobe-momo, tendría que explicarle al mundo cómo es que desde el 1953 le había hecho una falsa representación a la comunidad internacional, como si de eso no andase viviendo el amo gringo desde las guerras contra Méjico y la Hispanoamericana.

Muchos aseguran que como Clark Gable en el clásico Lo que el Viento se Llevó, el amo gringo le contestará al gobe-momo "Frankly my dear I don't give a damn" (Francamente querida me importa un bledo, un comino, un ELA).

Pero volviendo al enclave-nube que está bajo la claúsula territorial pero que no es territorio según lo expuesto magistralmente por el momo en su tesis novísima; ahora parece que le han nacido al régimen colonial algunos rabos. Uno de esos rabos proclama que una ley federal para destrancar la colonia no puede estar sujeta a la corte del imperio porque eso sería una injuria. Esa regla de juego fue impuesta desde siempre a la colonia y bastaría con una lectura al Artículo VII de lo que llaman constitución para darse cuenta de la entrecostura de la atadura. Quien así argumenta lo hace, como si la injuria perpetua del colonialismo no sostuviese esa realidad desde siempre. Otro rabo colonial proclama olímpicamente que la descolonización se hará desde aquí y punto si se tiene la suficiente fuerza. Noble idea ésta correcta desde la abstracción e incorrecta en tanto y en cuanto se le sumara como requisito el consenso. Sin consenso aquí no pasaría nada, es decir otra excusa más para el retranquismo con apoyo raboso.

El enclave-nube de la colonia tiene ahora rabos, algunos de los cuales niegan el colonialismo a coro con tal de sustentar su lugar de rabizas. Otros quieren resolver el problema colonial saltándose el paso de partir de lo que hay. Feo asunto éste el de la colonia colapsada que saca los monstruos y las peores fantasías en su penúltimo día.

viernes, 26 de octubre de 2007

INTERMEDIARIOS Y MERCENARIOS

La colonia es la Patria muerta en vida. El régimen colonial es el verdugo de cualquier aspiración a la soberanía y sin ésta la Independencia no puede existir.

Las colonias existen porque y hasta que conviene a quien las controla y las sostiene (la metrópolis) y porque convienen además a unos elementos siempre minoritarios, pero poderosos, quienes maquillan la pocilga colonial, por sí o por sus mercenarios, para hacer creer que la colonia es buena, digna y provechosa o hasta un mal necesario.

Esos elementos intermediarios sin moral política y fácilmente corruptibles como la colonia misma, trafican la libertad rindiéndola a cada paso hasta perder el disimulo.

Detrás de esos intermediarios de curso reptilíneo que a sabiendas lastran el desarrollo de las naciones hay muchos que no entienden la naturaleza del magno engaño. Piensan sincera, pero equivocadamente que la colonia es lo mejor de dos mundos y que es un privilegio inusual disfrutar de ese status especial que les hace diferentes al resto de la Humanidad que condena al colonialismo como un delito.

En verdad, ese status especial colonial es la relativización de todo, el todo se vale, la pulverización de la dignidad, la oficialidad y los cargos por la oficialidad misma y la agonía cotidiana que tarde o temprano hace crisis y torna aun para los fantasiosos la vida intolerable.

Llegado a ese extremo la colonia colapsa, se torna irremediablemente en fuga y en implosión, fenómenos estos que resultan más que evidentes para quien sostiene el régimen colonial y quiere terminarlo (la metropolis), pero imposibles de creer para algunos de los intermediarios de jefatura mediocre. Otros intermediarios a sabiendas de que el fin se acerca prolongan lo más posible la agonía. Estos son los retranquistas, los más reaccionarios, siempre con un disfraz noble prodigando miedos.

La historia del colonialismo es una historia repleta de negaciones, falsificaciones y opresión. Afortunadamente es también una historia de luchas desiguales, pero luminosas que terminan por darle vida digna a una nación sacándola de su condición mortuoria.

Pero mucho antes de que esto suceda los resortes del colonialismo y la inercia que prolonga su punto de expiración dan vida a elementos que medran alrededor de la bolsa y las canonjías coloniales. Estos elementos son lo más impuro y degenerado del colonialismo. Son sus mercenarios a sueldo. Se autoproclaman creyentes en la libertad y hasta en la independencia (y quizás alguna vez lo fueron), pero no hay esfuerzo que no hagan para defender a ultranza las tretas del colonialismo y a sus líderes intermediarios.

Son por increíble que parezca, peores que la cúpula colonial gobernante, pues sus frustraciones y fracasos políticos y personales, su megalomanía indomable, pero apolismada y su discurso gastado de pacotilla sólo les sirve para hacerse cómplices del colonialismo que les ha deformado y tornado irreconocibles por propia voluntad y aceptación.

Lo más curioso y doloroso del atavismo colonial de estos mercenarios neo-Blackwater es que logran mantener a pesar de sus grotescas callosidades una piel fina cuando se señala su ánimo contractual e igualero y su propósito de lucro. Cúanta injusticia... para ese puñado que se gana la vida honradamente alcahueteando al gobernante colonial, justificándolo a cada paso, ametrallando a los que creen y trabajan contra el colonialimo, en fin, tratando de hacer de la negación disfrazada de la Patria una virtud. Lengua sin manos son claro está, saliva-va, y tristes fuelleros que alientan la flama en la que se funden las cadenas que atormentan la Patria.

De esos mercenarios se ha sabido y han existido siempre alguien me advierte, y es cierto, lo concedo. Pero también lo es que abundan y desfilan sin pudor, ni moral política todavía más cuando la colonia comienza a dar sus últimos aleteos para dar paso al nacimiento de la Patria libre.

Tristemente tengo que pensar que esos mercenarios serán cuando a pesar de ellos llegue la independencia, como hoy igualmente lo son, exhibicionistas. Así como lo fueron en la lucha por sacar a la Marina de Culebra y de Vieques aunque no fueron capaces de empeñar ni un minuto de su tiempo en la libre comunidad para esa causa. Dato curioso... ¿Cómo es que algunos que tanto cacarean sobre la independencia se las ingeniaron para no ofrendar a lo largo de casi tres décadas, ni un minuto de su libertad personal en aquellas adelantadas gestas de liberación?

Llegará el momento sin duda, cuando seremos independientes por lucha y por derecho, por palabra y por actos. Quien sabe, si para entonces aquellos intermediarios y mercenarios no estén, ni nadie desee recordarlos. O quizás piensan que en la Patria libre habrá perdón aun para ellos y sus iniquidades y por eso desde su profundo cinismo apuestan a su impunidad de hoy y a la del mañana.

domingo, 14 de octubre de 2007

EL LEGISLADOR INCOMPLETO Y LA BUSQUEDA DE LA TIRANIA

Aunque en una colonia por definición no hay
democracia, porque manda el gobierno de otro pueblo,
el reparto de atribuciones en las tres ramas y la
existencia de una rama representativa (legislativa)
robusta, podría ayudar a evitar la existencia de una
tiranía al cuadrado. (La tiranía de la Metropolis y la
de un gobernador colonial convertido en ejecutivo jefe
de Puerto Rico, Inc, paraíso del inversionismo
político).

Siempre para estas fechas anteprimaristas revive la
discusión de si hace falta o no un legislador a tiempo
completo. Ese debate se sustenta sobre premisas
extrañas. En algunos casos se confunde el
incumplimiento que exhiben algunos legisladores con
sus deberes y obligaciones, con lo que debe ser una
función legislativa cabal en una sociedad plagada de
problemas, con un gobierno carcomido e implosionante
que requiere atención intensiva constante.

La función de hacer las leyes, de fiscalizar la marcha
de los asuntos públicos, de velar por el ejercicio
sano del gobierno, de ayudar a investigar la
corrupción, de atender la política pública que respona
a los enormes problemas sociales, económicos y
políticos, no es una asunto ni de calendarios, ni de
horarios. Demanda trabajo duro diario, estudio y
concentración.

De la misma manera que nadie propondría que los
maestros, los policías, ni el resto de los empleados
públicos dejen de trabajar a tiempo completo sólo es
comprensible la propuesta del legislador que no sea a
tiempo completo a la luz del sentimiento de
desaprobación que generan los que han incumplido con
sus obligaciones.

Bastaría examinar las raíces de esos incumplimientos
que tanta verguenza ajena pueden hacer sentir para
darnos cuenta que otra vez más "la enfermedad no está
en las sábanas", ni en los síntomas. Y que hace falta
atender correctamente esos síntomas para llegar al
diagnóstico correcto para poder curar la enfermedad.

Considero que gran parte del problema está en la
manera en que los partidos políticos seleccionan sus
candidatos a la Asamblea Legislativa, al inmenso
control que de antemano ejerce sobre estos la figura
de quien podría ser el Gobernador (quien controla el
95% del gobierno) y los criterios bajo los cuales los
electores votan por los candidatos que resultan
electos.

Hemos defendido una Asamblea legislativa unicameral
con representación proporcional más pequeña y más
ágil, con pleno ejercicio de sus prerrogativas en un
sistema de separación de poderes. Ello requiere
necesariamente legisladores completos a tiempo
completo.


Para contribuir a su no nominación y derrota
enumeremos algunas características del legislador
incompleto:

Llega a votar al Hemiciclo a última hora sin saber
siquiera por lo que está votando.

No posee, ni entiende, ni domina los principios
básicos del gobierno, de la gestión pública y de la
administración.

No conoce el Proceso Legislativo.

No sabe lo que es la separación de poderes, ni como
debe operar.

Conoce vagamente las prerrogativas que con sus votos
el Pueblo le ha dado.

Es un sello de goma de cuanto proponga el gobernador
de turno.

Pasa brevemente por una Comisión a estampar su firma
en la hoja de asistencia, pero no le interesa lo que
se evalúa, no le importa lo que resuelvan o no podría
entender lo que se considera.

Asiste a las vistas públicas sin prepararse, sin
conocer la medida que se evalua o la investigación que
se promueve y pregunta o politiqueramente o dándole
vueltas a la noria, o repitiendo las nismas preguntas
de siempre.

Es un niño de mandados del cacique(s) ( alcalde(s) )
que controla(n) su elección.

Renunció a tener criterio propio cuando se apuntó para
las primarias.

Aspira a ser alcalde y su pasar por la Asamblea
legislativa es sólo una prueba.

Trabaja menos de 12 horas al día o es alérgico a
trabajar los sábados y los domingos.

No contesta cartas, llamadas o requerimientos para
atender un asunto de interés público de las personas,
entidades o comunidades que solicitan su intervención.

No puede informar de lo que está pasando en el
Ejecutivo, las Corporaciones Públicas, los municipios,
en la Rama Judicial ni en la propia Asamblea
Legislativa.

No estudia la realidad social, económica, cultural,
política e histórica del país.

No educa, ni es educado, ni se preocupa por adelantar
el progreso (calidad de vida, bienestar o conciencia)
de sus representados.

No pregunta, no enmienda, no debate dialógicamente, ni
le interesa enriquecer la búsqueda investigativa, ni
la corrección de la legislación, ni el historial
legislativo.

Nunca ha escrito un voto explicativo o no sabe lo que
es eso.

Deja que sus asesores hagan todo el trabajo, pero
escoge asesores con menos vocación para el trabajo que
él tiene.

No escucha, no analiza, todo lo convierte en una
guerra, no dialoga.

Cuando negocia, si lo hace es para renunciar a un
asunto de principios o para alguna componenda.

Revienta al Pueblo con lo que aprueba o con las
medidas que derrota y no le importa.

Sirve a intere$e$ superiores.

Se plega ante los poderosos intereses mediáticos y se
mece a su compás.

Aspira a poder trabajar fuera del Capitolio, a ejercer
su profesión (si la tiene) acompañada del título y la
influencia y ventajas indebidas que le ofrecen ser al
mismo tiempo un legislador.

Aun cuando entienda la grave responsabilidad del cargo
y las largas jornadas que demanda preferiría ser
legislador trunco a tiempo parcial, dedicarse a lo
otro y convertir a la Asamblea Legislativa en una
bolsa de inversionistas y en un ente nominal de la
gestión pública rindiéndole todas sus facultades al
Ejecutivo para que haga más lo que le dé la gana.

El electorado puertorriqueño debe escoger con todos
los elementos de juicio a la mano los candidatos que
entienda responden mejor al legislador cabal y
completo.

La prédica del legislador a tiempo parcial -sin
proponérselo o a sabiendas- es una apuesta insensata
para la eliminación a plazos del sistema
representativo y para la concentración de facultades
en un sólo ente. Llámese Gobernador o ejecutivo
principal (chief executive officer) de "Puerto Rico
Inc." la tierra de las oportunidades del inversionismo
político.

Esa es la tiranía contra la cual nos advirtieron
quienes idearon la separación de poderes.


____________________________________________________________________________________
¡Sé un mejor ambientalista!
Encuentra consejos para cuidar el lugar donde vivimos.

http://telemundo.yahoo.com/promos/mejorambientalista.html